¡Déjese guiar por el buen Espíritu de Dios!

En nuestro diario caminar nos enfrentamos a muchas pruebas difíciles y momentos de tristeza y algunas veces hasta en una profunda depresión. Todo esto, si lo sabemos utilizar a nuestro favor, nos puede afirmar ante la presencia de Dios. Los problemas en nuestras vidas muchas veces nos agobian y nos sentimos desprotegidos, perdidos en un inmenso mar de incertidumbre, es ahí cuando la Palabra de Dios nos consuela:

Enséñame á hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios: Tu buen espíritu me guíe á tierra de rectitud. Salmo 143: 10

¿Por qué David expresa estas palabras?

Seguramente David estaba atravesando por un momento muy difícil en su vida, de tal manera que su espíritu estaba angustiado y es tanta la angustia que lo lleva a expresar "He perdido el ánimo, mi corazón esta desolado" Salmo 143: 5 PDT.

En esa condición, David hizo lo que todo Hijo de Dios debe hacer en momentos complicados, pedir la ayuda de Dios en oración, expresando sus verdaderos sentimientos "Señor no puedo más, ésta situación hace que pierda el ánimo y el control" "¡Señor ayúdame porque sin ti es como si ya estuviera muerto!"

Veamos el clamor de David:

Tiendo hacia ti mis manos; te necesito como la tierra necesita de la lluvia. Selah*

"Respóndeme pronto, Señor, que se me va el aliento. No te escondas de mí; si lo haces, me daré por muerto."

"Muéstrame tu fiel amor por la mañana, porque en ti he puesto mi confianza. Pongo mi vida en tus manos, muéstrame lo que debo hacer."

"Señor, busco tu protección; sálvame de mis enemigos."

"Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por el buen camino." Salmo 143: 6-10

Reconocer nuestra necesidad de Dios en momentos tan dificultosos que presentemos en nuestra vida, es fundamental para tener una estrecha relación con Dios y poder demandar de ÉL que nos declare su voluntad a través de su Espíritu quien nos guiará a la rectitud.

De este salmo podemos aprender ciertos puntos que caracterizan el actuar de un hijo de Dios cuando está en problemas.

1.Un hijo de Dios en momentos difíciles hace oración

2.Reconoce su necesidad de Dios antes que la solución a sus problemas

3.Deposita su confianza en Dios y no en los medios que el Señor le da para encontrar respuestas a sus problemas o dificultades

4.Su petición es que "le haga saber el camino por donde ande" es decir, pedir claridad en el pensamiento para tomar las mejores decisiones.

5.Pedir conocer la voluntad de Dios, ya que es fundamental para comprender muchas cosas que pasan en nuestra vida, además de ayudarnos a saber cómo conducirnos delante de Dios.

Sin duda alguna, este salmo ha sido de bendición para la vida de muchos hermanos, y también para mí. El verso 10 de este salmo me encantó desde que lo leí y siempre resuena en mi mente ¡si conozco la voluntad de Dios! ¡Mis pasos serán guiados por su buen espíritu! ¡Y no puedo conocer la voluntad de Dios si no es bajo la dirección del Espíritu de Dios que me hará caminar en tierra de rectitud!

¡No hay nada más hermoso que ser guiados por el buen Espíritu hacia la voluntad de Dios, ese Espíritu que ahora mora en todos nosotros amada Iglesia! Pues es la promesa que el hijo de Dios hizo, ya que como todos sabemos, antes de morir Jesús expresó estas palabras:

"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: Al Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en vosotros."

Como podemos apreciar, además de ser un guía, el Espíritu de Dios es un "Consolador" y ésta palabra significa, aliviar la pena o aflicción de alguien.

La confianza que tenemos como hijos de Dios es que el Espíritu Santo está en nosotros. Ese Espíritu se encargar de decirnos lo que está bien y nos redarguye cuando hacemos algo mal.

"Y cuando él viniere redargüirá al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio:" Juan 16:8

Por esto es de suma importancia aprender a guardar silencio para dejar hablar al Espíritu Santo cuando tenemos algún problema o alguna dificultad 

¿Cómo lo dejaremos hablar? 

Muy fácil,dejando que Él hable a través de la Sagrada Escritura, pues solo así podemos ser guiados por el Espíritu de Dios.

Aunque al Espíritu de Dios no le podemos ver, la verdad es que él influye en muchas situaciones de nuestra vida, por ejemplo: cuando no estamos cerca de Dios te pide que te acerques a la Iglesia o que busques de Él. Cuando hemos hecho algo mal nos dice que debemos buscar el perdón de Dios.

También el Espíritu Santo es el encargado a llevarte a toda verdad, y esto no solo se refiere a las cuestiones doctrinales, sino también en las situaciones cotidianas, por ejemplo, si un amigo te invita a realizar algo que antes lo ojos de Dios no está bien, el Espíritu Santo toca tu corazón y te recuerda lo que Dios pide de ti, es decir, te recuerda la voluntad de Dios expresada en las Sagradas Escrituras

Debemos de preocuparnos porque este Espíritu no se vaya de nuestras vidas.

¿Cómo podemos saber si el Espíritu Santo está en nosotros?

Cuando haces algo mal, hay algo que te incita a reconocer tu pecado y buscar el perdón de Dios. También cuando tienes un vivo deseo de conocer a Dios, de estar en su Casa de oración, de escuchar cantos y tener una necesidad de orar y de ser mejores personas, es decir, ser espirituales. Todo esto indica que el Espíritu Santo está haciendo su obra en nosotros.

Caso contrario, cuando el Espíritu Santo ya no se encuentra en nosotros, podemos realizar todas las cosas malas habidas y por haber (pecados) y no tendremos temor de Dios, es más, hasta llegamos a pensar que lo que hacemos está bien y que todos los demás están mal y actuamos como si no pasara nada.

En conclusión: El Espíritu de Dios nos guía en cualquier momento de nuestra vida, tanto en los momentos difíciles, como en los momentos de alegría. El Espíritu Santo nos guía a reconocer a Dios en todo momento y nos consuela de los momentos difíciles y pide por nosotros

"Y asimismo también el Espíritu ayuda nuestra flaqueza: porque qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu pide por nosotros con gemidos indecibles.

Mas el que escudriña los corazones, sabe cuál es el intento del Espíritu, porque conforme á la voluntad de Dios, demanda por los santos. Romanos 8:26-27

Hoy te invito a reflexionar sobre nuestra situación:

¿En qué estado espiritual nos encontramos?

¿Estamos siendo guiados por el Espíritu Santo? o

¿Estamos actuando conforme al espíritu de error que ahora obra en los hijos de desobediencia?
La Palabra de Dios para ti es: 

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti; Y no quites de mí tu santo espíritu Salmo 51:10

Medita…

¿En qué partes de nuestra vida cotidiana podemos ver la dirección del Espíritu Santo? 

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¡Dios nos bendiga!